Gabriel Simone Loredan

por **Padre Simone** Lun Oct 26, 2009 8:26 am

-Nombre: Gabriel Simone Loredan, conocido como el Padre Simone.

-Edad: 28

-Sexo: Hombre

-Raza: Humano (Dotado)

-Órden: Centinela

-Equipamiento: Dada su vocación como cura, no cree que necesite más armas que la palabra de Dios, por lo que va equipado con dos biblias, una de tamaño normal que suele ser la visible, y otra que lleva oculta bajo la indumentaria, enganchada a un pequeño rosario del que prende un pequeño crucifijo y que es de un tamaño menor, casi una reliquia dado la escasez de estas. También lleva colgando otra cruz, bastante grande, de plata. Y lleva una tercera en el cinto, que es su única arma ya que el objeto, aparentemente de madera, esconde un secreto: se desenvaina, dando lugar a una daga con hoja de plata, volviendo a ser una cruz al envainarse. Todos estos objetos han recibido protección mágica extra aparte de la que tienen por ser objetos sacros, gracias a la magia de su orden.

-Aptitudes mágicas: Destaca especialmente en Iluminación, la cual sabe combinar bastante bien con la Magia de Esencia, siendo diestro en la defensa contra criaturas oscuras y la creación de fuego arcano, así como en Vida, teniendo una gran capacidad sanadora que él considera simplemente la manifestación del poder de Dios en forma de milagros a través de él, un consagrado. Así mismo, su Fe le hace poseer una buena Comunicación con los Espíritus a los que él trata de liberar para guiarles por el camino del señor hasta el otro lado, donde este les habrá de juzgar.

-Descripción física: Gabriel Simone.

Bastante alto y con un cuerpo, si bien trabajado gracias al entrenamiento, no excesivamente musculoso puesto que considera que debe alejar de su aspecto cualquier detalle provocador. De cabello azabache, posee un rostro de apariencia afable y rasgos sencillos, sin perder la masculinidad, destacando sus ojos azules, claros y sabios. Suele vestir con una túnica, característica de la indumentaria religiosa de la época, pero en ocasiones, cuando está cumpliendo alguna misión o desea ocultar su identidad, viste de "paisano", aunque sin mucha ostentosidad. Pese a su sencillez de vida y atuendo, es considerado atractivo por gran parte de las mujeres que acuden en busca de consejo y guía espiritual lamentando muchas en su fuero interno que se trate de un cura.

-Descripción del carácter: Hombre de Fe completamente consagrado a su Dios, su Iglesia y su Orden, cree fervientemente en la palabra del señor. Poco hablador salvo si la conversación le resulta interesante o trata algun tema importante para él, en caso contrario, ante las conversaciones más triviales suele permanecer en un sepulcral silencio a menos que alguien se dirija a él, situación en la que responderá por mera cortesía. Casi nunca alza la voz o se deja llevar por el pecado de la ira, manteniendo una imperturbable calma ante las situaciones más tensas, acudiendo a su Fe cuando siente flaquear sus fuerzas. Es una persona de carácter misericordioso, aunque no mostrará esta misericordia ante los adversarios de su Iglesia y su Orden y las abominables criaturas enemigos del señor, ante estos no hay piedad, solo la creencia de que debe aniquilarles para que sus almas sean juzgadas por Dios.

-Gustos y preferencias: Es, sin duda alguna, un hombre de libros y bibliotecas puesto que, en su tiempo libre, una de sus grandes aficiones es leer junto a una chimenea encendida (quizá su destreza en invocar fuego arcano y el saber que este elemento es una buena arma contra las criaturas arcanas influya en este pequeño detalle) para adquirir nuevos conocimientos. No solo lee libros teológicos, sino también históricos, libros sobre otras criaturas para mantenerse informado, libros que estudian lenguas cultas como el Latín, que siendo cura domina a la perfección, e incluso libros de arte, siempre dentro de la escasez de la época pero con la suerte de, por su posición, tener acceso a una buena colección.

También le gusta pasear por la ciudad de Venecia a cualquier hora, especialmente al alba y, a menos que sea por asuntos de la orden, evitando la noche. En estos paseos muchas veces no viste la indumentaria religiosa sino que se camufla entre la gente de a pie, pero sin abandonar su equipamiento y protecciones. Le gusta admirar la belleza de los canales, pero no le atrae nadar, aunque sepa, y también adora visitar los edificios más bellos, no solo los religiosos, y el bosque.

-Breve historia del PJ:

Pese a ser el primogénito de una familia noble de importante poder económico y social en Venecia, el mismo decidió ingresar en la Orden de los Centinelas, para recibir el entrenamiento adecuado para los dones que consideraba un regalo de Dios y, por tanto, posteriormente ingresar en la Iglesia y permitir que el puesto de heredero pasase a uno de sus hermanos, el segundo en derecho. Todo muy simple en apariencia, pero con muchos matices ocultos que él nunca contará a nadie... O eso cree.

Durante su infancia, como noble que era, fue educado en los libros y en las artes del combate y, aunque posee destreza para estas últimas, las evita siempre que puede. Tuvo una infancia normal para alguien como él, llena de lujos y excesos, y una adolescencia en la que incluso llego a vivir los estragos del amor y las hormonas, con varios líos de faldas, destacando la relación que mantuvo con una criada que, cuando fue descubierta, fue despedida y separada de él por la fuerza. Eso fue un punto en contra de su padre, al que sin embargo amaba y respetaba, pero que hizo que comenzase a tomar menos parte en las actividades familiares como la caza o las grandes reuniones, y se enfrascase en seguir entrenando, practicando la lucha y educándose, a la par que vivía como cualquier joven de su edad, sin encontrar pese a todo respuestas a sus dudas.

Pero de todas formas, no debió ser únicamente eso lo que influyó en renunciar por voluntad propia a la herencia, sino que, apenas un par de años después, sorprendió a su padre con una mujer de la calle, y fue consciente, por tanto, de que no sería la primera vez que su padre le era infiel a la mujer que le había regalado la vida con alguien de una clase menor, alguien de una clase como la persona que él apartó de su lado por la fuerza.

Su obsesiva fe le hizo imaginarse a si mismo en situaciones así, verse rodeado de hermanos bastardos, e incluso pensar que por fin descubría que todo aquello en lo que había creído que su familia era no se trataba sino de una farsa. Por ello, perdonó y guardó el secreto, pero decidió desvincularse de su familia y fue cuando se decantó por tomar el camino del señor.

Tras terminar su educación religiosa y viendo uno de sus maestros en este aspecto que él era claramente un dotado, le reveló la existencia de la orden de los centinelas, a la que entró a formar parte gustosamente, siendo actualmente un miembro reconocido y valioso para estos.

-Otros:
Acerca de las criaturas y gentes de otras ordenes: Respeta a los Stregas, a los que considera sencillamente dotados extraviados que encuentran el reflejo de Dios en el amor por una naturaleza que a su parecer Él ha creado, o a los Rosacruces, a los ve como hombres de gran intelecto. Sin embargo, pese a ser misericordioso, no mostrará un ápice de piedad cuando se trate de miembros del Loto Negro, a los que no considera ya extraviados sino firmes enemigos que se burlan de su señor y por los que siente una gran adversión, ni con las criaturas demoniácas como los vampiros que solo ve como cuerpos maldecidos cuya alma se ha de liberar. En cuanto a los Gattos, los ve como criaturas de Dios que merecen el mismo respeto que cualquier otro ser humano, y agradece la utilidad que algunos les brindan a su orden en los rituales. Sobre Gremio de Asesinos y Ladrones, no tiene una opinión generalizada sino que cree que quienes se encuentran allí son personas de todo tipo, algunos que simplemente se han perdido en el camino y deben ser guiados y perdonados, y otros que son verdaderos enemigos.