Antonio Falivene.

-Nombre: Antonio Falivene.

-Edad: 34.

-Sexo: Varón.

-Raza: Humano.

-Órden: Rosacruz.

-Equipamiento: Traje austero de color negro con ornamentación dorada, capa de bordados napolitanos. Zurrón oculto con diversos cristales y amuletos. Sombrero renacentista napolitano, florete rapier, funda para el mismo.

-Aptitudes mágicas: Posee un conocimiento general de todas las artes de la Orden, sin embargo despunta en dos de ellas: Mente y Esencia. Su mente abstracta le permite comprender las sutilezas más vaporosas de la misma realidad, y de esa forma, tejer y destejer hilos invisibles que solamente él y sus personas de mayor confianza pueden ver. Sabe lo que es la política, sabe que el mundo posee un paradigma en el que la guerra por la forma en la que el mundo toma forma no se puede ganar a base de fuerza bruta, sino de saber predecir y crear oportunidades y acontecimientos. De todas formas, se puede defender en el resto de aptitudes, pudiendo trasmutar levemente unos materiales en otros, curando afecciones menores, y alterando elementos con mucho esfuerzo y concentración. Tampoco es que a estos últimos les dedique demasiado tiempo.

-Descripción física: A pesar de su carácter sobrio y reservado, aún posee un rostro que refleja vida y movimiento. Al hacer ejercicio, no se ha abandonado como muchos de los magnates mediterráneos de la época. Sigue la creencia de “mens sana in corpore sano”



-Descripción del carácter: Sobrio y reservado, a simple vista podría parecer que lleva puesta una máscara que oculta que en lo profundo de sus pensamientos tan solo se barajan posibilidades de conspiraciones, de enriquecimiento o de tramas corruptas. Podría parecer que vive por y para su trabajo y para asentar su poder económico en el mediterráneo. Sin embargo, como enseña el carnaval veneciano, no debes fiarte nunca de las apariencias, pues todos tejemos a voluntad la máscara que queremos mostrar. La verdad sea dicha, Antonio es una persona paternal y más cercana de lo que su semblante muestra. El gran problema es que ante él se muestran dos realidades, la que podría (y debería ser) y la que es. Comprende las contradicciones de su época, y comprende que la miseria se oculta detrás de los grandes explendores de la farándula, que a nivel material los hombres aún adolecen de carencias. A nivel espiritual, sumándole, organizaciones que ciegan los ojos de los hombres evitan que éstos busquen y encuentren la fuerza dentro de sí mismos para lograr las metas urdidas de sus sueños. La armonía de la antigua Grecia, la sabiduría de los grandes eruditos de Europa, y la gran mística y cultura milenaria de Oriente, todo ello oculto al hombre común, al campesino, a la prostituta (que no cortesana), al paje, al siervo. Y aquellos que ostentan el poder no hacen sino reforzarlo para su propio beneficio. Sin embargo, es la época del cambio, la época del Renacimiento de la Conciencia, y El Gran Arquitecto sabe que Antonio tiene la determinación y la fuerza interior para querer ser una de las piezas de su consumación.

-Gustos y preferencias: De puertas hacia afuera, solamente suele vérsele ampliando tratos comerciales y mostrando disfrute ante placeres delicatesen (lo propio de alguien de su posición). De puertas hacia adentro, disfruta de la erudición, de la práctica de la esgrima, y de la verdadera profundización en las relaciones humanas. También posee un gran gusto por la educación, y la transmisión de su conocimiento a futuras generaciones.

-Breve historia del PJ: Nacido en Nápoles, hijo de un comerciante menor de productos de alimentación españoles y de una antigua costurera que dejó la profesión cuando contrajo matrimonio y tuvo a su primer hijo: Antonio. Mayor de 3 hermanos, gracias a la mínima influencia que su padre Francesco poseía en algunos de los gremios de la ciudad pudo acceder a una educación decente. El joven muchacho demostró tener creatividad e inteligencia suficientes como para entender y deducir muchos de los conocimientos que se le mostraron a través de algunos años de escuela en los que absorbió todo lo que pudo. Llegada la adolescencia, al vérsele potencial, se le pidió permiso a su padre para llevarle hasta Roma, donde amplió sus fronteras de conocimiento, donde aprendió esgrima se formó como un burgués hecho y derecho. El objetivo del joven, en un primer momento, alentado por su padre, era el de asegurar que su hermano pequeño (puesto que su hermana mediana era una mujer) tuviera las mismas posibilidades que él. Su espectro de visión se limitaba a su familia…era lo que todo el mundo hacía, cuidar de los suyos. Sin embargo, con el tiempo, Antonio descubrió en algunos textos antiguos de filósofos y sabios traídos de Oriente maravillas sobre moral, república, mayeútica, estoicismo, y magia. Sobre la verdadera naturaleza del Hombre, y en todo esto halló belleza y verdad. Comenzó a sentir una compasión inmensa no solo sobre los más cercanos a él, sino también por los demás hombres, cegados por aquellos a los que les interesaba que estuvieran en la ignorancia. Pero siendo realistas, solamente a través de adquirir el poder suficiente, podría siquiera rozar con los dedos manifestar el cambio que todos aquellos antepasados de la sabiduría propugnaban con tanto fervor dirigido con una esclarecedora razón. De esa forma obtuvo la determinación de conseguir ese objetivo, con o sin ayuda. Gracias a esa determinación y las bases que su padre le había otorgado, comenzó poco a poco, tirando de contactos previos, creando otros nuevos, e introduciéndose de lleno en el mundo del comercio, hacerse un hueco en él. Habiendo hecho una mínima fortuna, volvió a Nápoles, donde amplió el negocio familiar. Allí extendió su red comercial a otras áreas de mercado, y finalmente se equiparó a la mayoría de medios y grandes comerciantes de la península. En una de las fiestas de la élite napolitana, conoció a la mujer que le recomendaría para la Orden Rosacruz. Desconocedor de su existencia, parecía estar formado a la medida de los estándares de la misma. Parecían personas con objetivos muy similares a los suyos. Pareció que los Rosacruces napolitanos opinaron lo mismo, puesto que en menos de medio año ya estaba Iniciado, y su hermano en trámites. Durante los 13 años que ha estado dentro de la Orden ha aumentado todavía más su poder comercial, y su influencia dentro de la misma. Ahora mismo es el Tributo de Nápoles, donde ha promovido el Renacimiento con toda la fuerza que ha podido, tratando de destruir a tantos enemigos de la Razón y del Conocimiento como ha podido, y exaltando a todos aquellos que pudiera permitirse. Finalmente, En los últimos dos años, el Gran Maestre de la Península Itálica contactó con él mediante carta. Se le felicitaba por su labor, y por su fervor hacia los objetivos de la Orden. Había demostrado, según decía la carta, cuya letra probablemente no sería del propio Gran Maestre, su confianza hacia los Rosacruces, y por eso se le iba a proponer para una prueba fundamental. Si quería ascender en la jerarquía, y convertirse en uno de los Duques de Italia, debía conseguir el difícil objetivo de asentar el poder Rosacruz en Venecia. En ésta ciudad, horrores del pasado, y órdenes oscuras y monstruosas de todo tipo, campan a sus anchas por las angostas y oscuras callejuelas de la joya del Mediterraneo. Con la promesa de seguir en contacto con sus hermanos y Hermanos de Nápoles (sus padres habían muerto hace algunos años) partió hacia Venecia, con una sutil y secreta sonrisa de determinación. Nada detendría la ascensión del Hombre, y quien lo intentara, primero debería vérselas con él…

-Otros:Ha comprado su propio navío para navegar por las costas de Venecia. Ahí es donde planea realizar importantes alianzas y conspiraciones, además de disfrutar del sol de la tarde veneciana lejos del trajín de la ciudad.