Il Nero di Luna
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Fausto Fibonacci BienvenidoFausto Fibonacci Oniline
Conectarse

Recuperar mi contraseña

Últimos temas
» Registro de Orden
Fausto Fibonacci EmptyMiér Feb 02, 2011 5:36 am por Nai

» Registro de Raza
Fausto Fibonacci EmptyLun Ene 31, 2011 5:44 am por Nai

» Registro de Imagen
Fausto Fibonacci EmptyLun Ene 31, 2011 5:35 am por Nai

» Naisha
Fausto Fibonacci EmptyLun Ene 31, 2011 5:22 am por Nai

» La gota que colma el vaso [LIBRE]
Fausto Fibonacci EmptyLun Ene 31, 2011 2:12 am por Talon Nóbile

» Marco Stephano Abagnale
Fausto Fibonacci EmptySáb Ene 29, 2011 12:34 pm por Marco

» In girum imus nocte et consumimur igni
Fausto Fibonacci EmptySáb Ene 29, 2011 5:08 am por Carlo Fermi

» Avalon
Fausto Fibonacci EmptySáb Ene 29, 2011 3:49 am por Aradia della Mezzanotte

» Rituale di morte [Privado]
Fausto Fibonacci EmptyMiér Ene 26, 2011 6:03 am por M. Simonetta Fioranelli

Fausto Fibonacci Staff
Navegación
Fausto Fibonacci Memu-2
¿Quién está en línea?
En total hay 2 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 2 Invitados

Ninguno

[ Ver toda la lista ]


El record de usuarios en línea fue de 22 durante el Lun Oct 21, 2013 12:52 pm
Compañeros
Fausto Fibonacci Afiliados

 

Foro Hermano:


Fausto Fibonacci

Ir abajo

Fausto Fibonacci Empty Fausto Fibonacci

Mensaje por Fausto Dom Nov 22, 2009 11:49 am

-Nombre: Fausto Fibonacci

-Edad: 18 años

-Sexo: Varón

-Raza: Humano

-Órden: Huérfano

-Equipamiento: Jubón de cuero con hombreras tachonadas, una navaja de barbero, Maletín con enseres de cirujano.

-Aptitudes mágicas: Elementos (fuego)
El control sobre tan basta fuerza de la naturaleza siempre es relativo. Una cosa es liberarlo, prenderlo y dejarlo suelto, sin duda un acto de gran expresión de poder, pero también de escasa muestra de limites autoimpuestos. Hacer arder cosas es facil, es satisfactorio, el fuego tiene esa especie de poder atractivo sobre el ser humano. Pero no hay control sobre el elemento, una vez liberado no posee forma de deternerlo o dirigirlo. Eso queda en manos de dios...

vida
Es un arma de dos filos, todo empieza y acaba con la vida. ¿Dónde empiezan los limites de la ciencia y acaban los del curanderísmo? Una larga amalgama de grises ocultan las verdades detrás de estos misterios. La misma formula no funcionará igual para dos personas distintas.

-Descripción física: Un chico bajo y moreno, de piel pálida y ojos oscuros adornados con una pronunciadas ojeras fruto de una vida al amparo de la oscuridad y los retocidos designios de hombres retorcidos. Su ropa destaca una vida de burgués bajo, pero no un artesano de manos torscas y callosas sino un barbero sangrador, dentista, o quizás incluso el aprendiz de un cirujano de baja estofa.

-Descripción del carácter: Podría describirse como tímido, taciturno, introvertido... Quienes lo conozcan lo describirían como peligroso, victima de fuertes cambios de humor, inestable... Aún así, y para su propia desdicha, más vulnerable de lo que puede permitirse.

-Gustos y preferencias: Uno sabe disfrutar de una buena pieza de música, aunque no sepa interpretarla, uno puede apreciar la belleza de una dama aunque no sepa como cortejarla... uno puede apreciar la sensación del metal contra la carne la sangre brotar entre los dedos, sentir el impulso primario de una vida por vivir en manos de un destino aciago... y para disfurtar eso no hace falta ningún tipo de conocimiento.

-Breve historia del PJ:
Una carta medio chamuscada se puede leer en el domicilio abandonado del cirujano Alberto Fibonacci.

Para el conocimiento de vuesas mercedes.

Esta historia que en este momento me dispongo a relalatarles es de difiicl creer y más dificil contar, pero por el amor de Jesucristo bendito que me veo obligado a hacerles participes de mi inmensa desdicha. Los problemas empezarían cuando mi hermana decidió enviarme a su hijo, Fausto, un muchacho desprovisto de todo talento y fuerza para que lo instruyese en las artes de cirujano. El chico había perdido a su padre en la guerra y como yo mismo había perdido a mi mujer por la peste, y ningún otro hijo podría heredar mi negocio lo acogí con toda la alegría del mundo.
El chico era apocado y tímido, como si tuviese miedo de todo, pero pronto se endureció con la presencia de una figura varonil en su entorno y a los doce años ya era todo un maestro encargandose de las sangrías y arrancando muelas picadas. Es dificil encontrar a una persona que disfrute con el trabajo de cirujano, pero doy fe de que Fausto adoraba el contacto con los desdichados que trataba, cosa que yo siempre atribuí a su buen corazón cristiano. Como buenamente pude le enseñe tanto como sabía tal y como lo apredí de mi padre.
Si tan solo me hubiese dado cuenta del mal que habitaba en el muchacho...
Comenzó a verse con gentes de dudosa reputación y en ocasiones traía a pacientes a casa, aquejados de puñaladas y venenos y otros asuntos que son menester de advertir a las autoridades. Pero el chico insistía en que el se encargaba y no tuve coraje para detenerlo.
Lo vi curar de males imposibles a sus discolos clientes, y pronto sus arcas se llenaron de dinero proveniente de crimenes y otros asuntos de mal aguero. Quizás había deshonrado el negocio, pero he de admitir que fue más perspicaz que yo en su desempeño. Era un excelente cirujano.
La peor noticia que salió de sus labios me llegó cuando anunció que partiría a Venecia y asustado por su marcha y lo que pudiesen hacerle le advertí que haría saber a las autoridades de sus fechorías, aún sin intenención de hacerlo, solo para deternerlo. La mirada que me lanzó fue fría pero pude ver que el demonio habitaba en su pequeño cuerpo, un chispazo se reflejó en su mirada, algo sobrenatural y extraño. Al rato supe que el almacén había ardido en llamas. Envié una carta a mi hermana para tratar de aclarar la naturaleza de su hijo, pero era demasiado tarde, Fausto consiguió encontrarla antes de que la enviase. Me la mostró en su puño cerrado mostrandome una furia como nunca antes había visto. ¿Acaso pretendías traicionarme? me gritó y en ese momento vi el fuego arder, prendiendo de las paredes. El fuego pudo ser controlado pero se que volverá a por mi, y cuando lo haga desatará su don maldito de una vez por todas para limpiar todas las pruebas. En nombre de dios, se lo ruego, No dejen que ese demonio pisé venecia, no se de lo que es capaz si lo hace...
Fausto
Fausto
Mundano

Cantidad de envíos : 3
Fecha de inscripción : 22/11/2009

Volver arriba Ir abajo

Volver arriba


 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.