Zeihar Ith'Inarien: el Príncipe Vampiro

por **Zeihar Ith'Inarien** Mar Dic 21, 2010 10:35 am

-Nombre: Zeihar Ith'Inarien. Se pronuncia Séijar Iz-Inárien. Se que para vuestras mentes mortales es difícil, pero os aseguro de que es más fácil de lo que parece...

-Edad: Aparento unos 27 años humanos... y tranqulamente puedes echarme unos 500 años, más o menos... *risilla

-Sexo: Masculino

-Raza: Vampiro

-Órden: Loto Negro, aunque si me preguntas, las órdenes prefiero darlas yo, gracias...

-Equipamiento: Espada larga, llamada Mørketid (pronunciado Merktid, "tiempos de oscuridad") heredada de mi familia con runas grabadas para que nunca pierda el filo ni se rompa la hoja. Colgante de oro engarzando una piedra black-star como símbolo de protección, regalo de una antigua amiga mía Strega a la que terminé por beberme cuando dejó de resultarme interesante.

-Habilidades de Combate: Mi dama espada y yo hacemos juntos que caiga la sangre como el telón de la existencia de todos aquellos que osen batirse en duelo conmigo. Cualquier espectador que tenga la suerte de presenciarlo y vivir para contarlo, sólo hablara de la mortal danza de una rapidez digna de la más oscura brujería y la fuerza del mismísimo demonio... En caso de no tener a mi disposición a mi leal compañera... bueno.... Resumiré diciendo que todo vampiro tiene muchos ases en la manga a los que recurrir a la hora de matar a alguien.

-Aptitudes mágicas: A parte de todos los poderes innatos de los vampiros (fuerza, velocidad, belleza, seducción, curación rápida, etc...) mi especialidad es la Presencia y la Dominación, llevo muchos años perfeccionando mi técnica, tanto que nunca sabrás cuándo estoy controlándote y cuando no... si es que llegas a saberlo algún día. El animal en que me transformo es el lobo, aunque con el tiempo he ido perdiendo la costumbre.

-Descripción física: 1'82, piel pálida y fría, mirada penetrante color azul zafiro, pelo largo ondulado, rubio-rojizo, colmillos marfileños, ligeras ojeras bajo los ojos, voz juvenil y algo raspada, movimientos fluidos, corteses y sutiles. Me gusta vestir tonos oscuros, negros, azules y rojos vinosos, en atuendos sin recargar... Aunque sea viejo, me considero una "persona" sencilla *risas*
1, 2

-Descripción del carácter: *risilla baja* Si le preguntas a la gente que dice conocerme, coincidirán en adjetivos como "gore", "sádico", "terrorífico", "cruel", "vil", "egocéntrico", "vanidoso", "lujurioso" y "tirano". Y tienen razón. Pero dime, probre mortal, cómo describirías el carácter de alguien que casi ha vivido medio milenio y que sabe que le quedan aún muchos más por vivir? Creo que dejaré que lo descubras por tí mismo...

-Gustos y preferencias: La lluvia y las tormentas suelen embelesarme a sobremanera. La danza de la lucha de la espada... también es un arte que me sigo esforzando por dominar. Tocar el violín. Que todos hagan lo que les pido, quieran o no. Pasear entre los mortales sin que ellos sepan que su más peligroso enemigo camina entre ellos escogiendo la presa perfecta.
El dolor. La sangre. La oscuridad. Una joven doncella sana, de la que poder disfrutar hasta el máximo placer del séptimo cielo. Y no, no estoy hablando sólo de chuparle la sangre...
Odiar, odio muchas cosas. La plata. El fuego. El calor. Los vampiros que intentan sentirse humanos negando su naturaleza, alimentándose de bazofia porque así creen sentirse mejor. Y a esos insoportables cazavampiros de la Inquisición, son realmente molestos... Hmmm, y la sangre de los ancianos y los enfermos, uf...

-Breve historia del PJ: Tus ansias de saber mi historia me halagan, mortal, pero por muy interesante que ahora te me antojes... ¿De verdad crees que te la voy a contar? *risa divertida*

-Otros: Por si no te has dado cuenta ya... soy el Príncipe de los Vampiros en esta ciudad. Aquí yo mando y los demás, vampiros o no, ejecutáis. Y si no os gusta... puedo encargarme yo mismo de haceros conocer todos y cada uno de los significados de la palabra "dolor" antes de que vuestro bienamado "Dios inexistente" haga su juicio sobre vosotros. Creo que llevaréis las de perder. Y no... no me veréis en el Infierno. Aún me queda una laaaaarga estancia aquí *risa descontrolada*