Il Nero di Luna
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Il Vendicatore BienvenidoIl Vendicatore Oniline
Conectarse

Recuperar mi contraseña

Últimos temas
» Registro de Orden
Il Vendicatore EmptyMiér Feb 02, 2011 5:36 am por Nai

» Registro de Raza
Il Vendicatore EmptyLun Ene 31, 2011 5:44 am por Nai

» Registro de Imagen
Il Vendicatore EmptyLun Ene 31, 2011 5:35 am por Nai

» Naisha
Il Vendicatore EmptyLun Ene 31, 2011 5:22 am por Nai

» La gota que colma el vaso [LIBRE]
Il Vendicatore EmptyLun Ene 31, 2011 2:12 am por Talon Nóbile

» Marco Stephano Abagnale
Il Vendicatore EmptySáb Ene 29, 2011 12:34 pm por Marco

» In girum imus nocte et consumimur igni
Il Vendicatore EmptySáb Ene 29, 2011 5:08 am por Carlo Fermi

» Avalon
Il Vendicatore EmptySáb Ene 29, 2011 3:49 am por Aradia della Mezzanotte

» Rituale di morte [Privado]
Il Vendicatore EmptyMiér Ene 26, 2011 6:03 am por M. Simonetta Fioranelli

Il Vendicatore Staff
Navegación
Il Vendicatore Memu-2
¿Quién está en línea?
En total hay 2 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 2 Invitados

Ninguno

[ Ver toda la lista ]


El record de usuarios en línea fue de 22 durante el Lun Oct 21, 2013 12:52 pm
Compañeros
Il Vendicatore Afiliados

 

Foro Hermano:


Il Vendicatore

Ir abajo

Il Vendicatore Empty Il Vendicatore

Mensaje por Vendicatore Miér Dic 22, 2010 4:03 am

Era tarde…estaba oscuro…hacía frío… era una noche de mil demonios y Francesco no entendía el motivo por el cual le habían asignado montar guardia en la puerta del archivo, esa era con diferencia la guardia mas soporífera de toda la ciudad.

¿Qué puede haber de interesante en custodiar pilas y pilas de vetustos mamotretos que solo contienen documentos poco importantes relativos a la guardia de la ciudad?

Francesco era joven, de sangre hirviente y corazón valeroso que se había enrolado en la guardia hacía apenas dos meses con la firme voluntad de saciar su sed de aventuras… pero estaba en la puerta del archivo intentando mantener la lanza en alto y no caer dormido antes de que Pietro viniera a relevarle. Era justo el tipo de cosas por las que había decidido no ir a la escuela de arte en Florencia; él quería acción y una vida emocionante. Luchar contra la vileza de la ciudad estando en la guardia le hacia sentir como el héroe de uno de los cuentos que su matrona le leía en tiempos de infancia, pero en esos fantásticos relatos no habían capitanes excéntricos que hacían al héroe montar guardias rutinarias durante horas.

-Ya puedes descansar muchacho… vengo a relevarte.

Los ojos de Francesco se abrieron cual platos al escuchar una voz a su lado, agitadamente dio un respingo girándose y encarando al dueño de la voz que había turbado su paz. El hombre permanecía en la penumbra, apenas se podía distinguir su rostro pero lo que estaba claro era que no se trataba de Pietro a pesar de portar un uniforme de la guardia…

-¿Dónde está el viejo Pietro? Se supone que él debía relevarme, no me digas que de nuevo ha vuelto a emborracharse y ahora anda tirado en un rincón del cuartel.

La respuesta fue rápida y clara; no dejo lugar a ninguna clase de malentendido.
No hubo tiempo de vacilaciones ni de innecesarios bailes de palabras y sarcasmos… quince centímetros de frío acero atravesaron el corazón de Francesco con tanta velocidad que este no tuvo tiempo siquiera de gritar. La daga había volado veloz cortando el aire y la carne del camino al tesoro que la sombra deseaba ver; ahora todo estaba despejado y solo había que avanzar sobre el cadáver para llegar a la meta.

-Ya puedes descansar muchacho… -volvió a repetir la sombra.

Una sonrisa… esa sonrisa burlona y arrogante… la sombra que sonríe… lo ultimo que los ojos de Francesco Benedetti pudieron ver fue esa extraña sonrisa en el rostro de una sombra que avanzaba frente a él mientras que se desangraba con una daga en el corazón.

Como un griego pasando la torre de Heracles, igual que un zorro deslizándose por la tronera de un gallinero… la sombra no borraba ni un instante esa sonrisa de la cara mientras se movía sibilinamente entre las estanterías del archivo; tenia un objetivo concreto y (al igual que todas las otras veces) fracasar no era una de las opciones.

Sexta, séptima, octava, novena, décima, undécima… y por fin la que buscaba: la duodécima estantería del segundo piso albergaba aquello que había venido a buscar y que no tardo en encontrar pues ocupaba un lugar destacado entre todos los demás documentos. Atrapo el pliego de papel entre sus manos y, de modo tranquilo en apariencia como todo lo que hacía, se dispuso a examinar cautelosamente las palabras que contenía.

SE BUSCA


-Por los cargos de: Latrocinio, hurto mayor, secuestro, suplantación de identidad, asesinato, alta traición, destrucción de patrimonio publico y privado, terrorismo, conspiración, asalto con fuga, intento de atentado, desacato a la autoridad…

-Nombre:/

-Edad: Desconocida, entre veinte y treinta aproximadamente

-Sexo: Masculino

-Raza: Humano

-Orden: Independiente

-Equipamiento: Ropas largas y oscuras, brillantes dagas – espadas cortas de lo que se supone como plata o alguna aleación semejante, una característica cogulla gris con marcas azules ocultando gran parte del rostro.

No se tiene constancia de ningún otro objeto usado habitualmente por el terrorista, aunque en puntuales ocasiones ha utilizado explosivos caseros para sus atentados.


-Habilidades de Combate: En múltiples ocasiones se le ha visto utilizando unas características espadas cortas (una a cada mano) de lo que parece ser plata o alguna otra aleación brillante, también en numerosas ocasiones ha utilizado pequeñas dagas como precisas armas a distancia. Ha demostrado ser un contrincante letal tanto a corta como a larga distancia, valiéndose de múltiples trucos y engaños para acercarse a su objetivo sin ser visto y acabar sin siquiera darle tiempo a responder al ataque.

-Aptitudes mágicas: Se le estima capacidad para fundirse con las sombras pero dado que nunca se le ha visto realizando ninguna clase de magia se estipula con la probable posibilidad de que se trate de algún objeto mágico que lo que le facilita dicha capacidad.

-Descripción física: El sujeto oculta su apariencia física; de modo que toda esta información se basa en supuestos y deducciones.

Aproximadamente un metro ochenta de altura y no superara los setenta kilos de peso, se le supone una complexión media-robusta y una piel de tono normal. Los rasgos faciales resultan imposibles de identificar puesto que siempre que ha sido avistado portaba una cogulla color gris oscuro ocultándole el rostro, solo se pueden apreciar unos ojos de incierto color oscuro y una mandíbula sin ningún rasgo que resalte.

Como ya se ha mencionado anteriormente, se le adivina una complexión fornida pero debido a la incerteza de este dato se recomienda no descartar ningún truco o engaño. Il Vendicatore acostumbra cometer sus crímenes de forma sigilosa, sus ropas son oscuras y sus movimientos ágiles… va armado y se le considera muy peligroso.


-Descripción del carácter: Un perfil psíquico ha sido trazado por expertos en la materia, de modo que se estima tener un trazo muy cercando sobre la psique del criminal.

Il Vendicatore posee un carácter arrogante, soberbio e implacable por lo que ha demostrado en sus fechorías; el modus operandi utilizado delata que se trata de una persona inteligente que calcula fríamente sus movimientos y los ejecuta sin ninguna clase de duda o remordimiento. Parece manifestar una tendencia hacia la teatralidad que resulta algo desconcertante, pero que tendría lógica si se piensa que el terrorista pudo recibir formación al nacer en cuna noble.


-Breve historia del PJ: Este es el apartado mas incierto del expediente por la imposibilidad de atrapar al terrorista para interrogarlo.

Sobre sus orígenes se tiene la vaga suposición de que tuvieron lugar en Francia a juzgar por el leve acento que se le ha podido escuchar al hablar, quizás nació en el seno de alguna familia acomodado que pudo permitirle el acceso a la cultura y los conocimientos de los que se sirve hoy para sus atrocidades. La fecha y los motivos por los que arribó a Italia son un completo misterio.

Se recomienda atrapar vivo al delincuente para desvelar las incógnitas que le rodean; sin embargo esto no es obligatorio y se ordena a todos los miembros de la guardia que apliquen cualquier medida a su alcance para poner fin a los actos terroristas de Il Vendicatore.


-Otros: Quien consiga atrapar al criminal (vivo o muerto) gozara de una gloriosa recompensa digna del mas grande de los héroes y del reconocimiento personal del jefe de la guardia.



Un notable esfuerzo tuvo que ser realizado por la sombra para no romper en carcajadas al acabar de leer el documento. Le consideraban un monstruo, sus enemigos sentían miedo al escuchar su nombre; temían aquello que desconocían pues en este caso lo que desconocían les iba a destruir completamente… maravilloso… era justo lo que él quería.

Ellos no sabían quien era, desconocían la casta de la que procedía, no estaban al corriente de lo que ocurrió en Francia, no conocían al abad de Florencia, ignoraban las cualidades y el origen de la cogulla que portaba sobre el rostro… no sabían NADA.

Temedle, temedle enemigos del pueblo pues él os hará rendir cuentas ante aquellos a quienes habéis pisado sin piedad durante tanto tiempo.

Pero no había tiempo para regocijarse; no, esta noche no.
Todavía debía hacer una ultima visita esa noche.

Colocó el pliego de papel nuevamente en el lugar que le correspondía dentro de la doceava estantería del segundo piso del archivo y retornó sobre sus pasos deshaciendo el camino que había realizado esa noche… sin embargo no pudo evitar apiadarse del cadáver sobre el cual había tenido que avanzar.

Se agachó junto al cuerpo todavía caliente del joven Pietro… no había esperanza para el muchacho, la daga había sido precisa hiriendo de muerte el corazón rebosante de vida… muerto sin posibilidad de salvación ni ultimo perdón. Pero no existió ninguna otra opción.

-Estabas del lado equivocado… ya puedes descansar muchacho.

Cerrando los ojos del cadáver y, colocándolo en una posición digna para cuando fuera encontrado, la sombra abandonó la calle sin orgullecerse de la sangre que se había visto obligada a derramar aquella noche… pronto; muy pronto alguien tendría que responder por toda la sangre inocente que se vertía en las calles de Venecia.

Con fuertes convicciones en el corazón, ropas negras que cubrían sus determinaciones inamovibles, la cogulla que representaba el rostro de la destrucción para sus enemigos y armas para derribar el imperio que habían construido sobre el sufrimiento de sus hermanos avanzó por el nocturno paisaje veneciano con un único pensamiento… Il Corvo Nero iba a recibir una importante visita esa noche; la visita del mismo que algún día acabaría con su repugnante vida.
Vendicatore
Vendicatore
Humano
Humano

Cantidad de envíos : 6
Fecha de inscripción : 02/11/2010

Volver arriba Ir abajo

Volver arriba


 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.