Marco Azzati

por **Marco Azzati** Dom Oct 11, 2009 11:17 pm

~Nombre: Marco Azzati

~Edad: 24

~Sexo: Varón

~Raza: Humano

~Orden: Es un zíngaro, va por libre.

~Equipamiento: Lleva una daga y un par de cuchillos repartidos estratégicamente en el cinturón y dentro de las botas. Compensa con una puntería envidiable lo que le falta de fuerza, y se defiende con el arco y las flechas aunque no sean su especialidad.

~Aptitudes mágicas: Ninguna.

~Descripción física: Mide cerca de metro ochenta y es delgado y flexible como un junco. Sus ojos despiertos destacan en su rostro pálido de facciones afiladas, con una nariz ligeramente aguileña y los pómulos marcados. Es barbilampiño, y lleva el pelo oscuro corto y colocado alrededor de la cara de cualquier manera.
Como se gana la vida haciendo juegos malabares en los pueblos lleva ropas de colores vivos, anchas y pintorescas. Cuando no está trabajando suele ir bastante más discreto, con calzas marrones y unas botas cubiertas casi completamente por el polvo del camino.
Imagen

~Descripción del carácter: Marco tiene lo que en nuestros tiempos podría catalogarse de trastorno bipolar, aunque no se lo plantea como una enfermedad. Puede pasar de la más completa euforia a la depresión profunda en cuestión de minutos, aunque generalmente sus episodios duran días enteros. Cuando actúa, ya sea contando historias o haciendo bailar las pelotas de colores, parece una persona jovial y extrovertida con maña para engatusar al público. Esa es la imagen que tiene todo el mundo de él.
Sin embargo hay un lado oculto que nadie conoce, una faceta que surge cuando viaja solo de pueblo en pueblo o cuando la noche se cierne sobre él. Tiene miedo a demasiadas cosas como para ser feliz, y la mayoría de las veces sus terrores son infundados. De pequeño creía que sufría posesiones demoníacas, pero cuando renegó de la Iglesia aceptó la oscuridad como parte de él. Evita pasar demasiado tiempo con una misma persona por temor a que le dé uno de sus arranques de violencia, y eso le ha agriado considerablemente el carácter.
No es, a pesar de todo, una mala persona. Sus paranoias se limitan a su mundo interior y es perfectamente capaz de mantener conversaciones normales con los desconocidos. No llama la atención si no quiere, y como eso no ocurre casi nunca se puede decir que de cara al exterior Marco es una persona discreta.

~Gustos y preferencias: Se lleva bien con los niños porque parecen despreocupados y no se cuestionan nada. Hacer juegos malabares le relaja, porque requieren de toda su concentración y no puede pensar en nada más. También le gusta leer, haciendo uso de lo poco que le enseñó su maestro, para memorizar poemas nuevos que luego recitará en las plazas de los lugares que visite.
No le gusta nada que la gente se meta en sus asuntos, que adopten con él una actitud paternalista o que se le haga de noche a mitad camino. Tiene una aversión más que justificada a los miembros del clero y un sano respeto hacia los nigromantes, actitud que le ha ayudado más de una vez a salvar el pellejo.

~Breve historia del PJ: Marco fue vendido por sus padres a la temprana edad de cinco años a un juglar ambulante que pasaba por su pueblo. Así, por unas monedas de plata, se convirtió en aprendiz de aquel hombre que le enseñó todo lo que sabía y le llevó con él en cada uno de sus viajes.
Su carrera en solitario empezó a los quince años, cuando su mentor fue acusado por la Iglesia de utilizar la brujería en sus juegos de manos y ahorcado en la plaza pública delante de los ojos de Marco, que sufrió un choque nervioso. Quizá fue ese el origen de su trastorno de personalidad, aunque no podría decirlo con certeza. Por lo que a él respecta, las sombras siempre han formado parte de su ser.
Desde aquel día se gana la vida solo. Evita pasar mucho tiempo en un mismo lugar y huye despavorido cuando se topa con algún religioso, aunque no es una persona cobarde. Simplemente cree que los actos heroicos y suicidas son para los idiotas.

~Otros: ---