Andrea da Silva

por Andreas Mar Oct 13, 2009 5:57 am

-Nombre: Andrea da Silva, aunque ese nombre no lo usa JAMÁS y todo el mundo la conoce como Andreas.

-Edad: Unos 14, aunque aparenta menos.

-Sexo: Femenino (Pero nadie lo sabe puesto que se hace pasar por un miembro del sexo opuesto)

-Raza: Humano.

-Órden: ~

-Equipamiento: Pocas pertenencias tiene, la noche en la que abandonó su hogar solamente le dio tiempo de coger unas pocas cosas. Entre ellas estaban un cuchillo de cocina bastante grande, un colgante que le regaló su madre antes de fallecer y que siempre lleva oculto bajo mil y una capas de ropa y, además, un corsé un tanto grande que impide que sus formas femeninas se dejen entrever y terminen por delatarla.

-Aptitudes mágicas: Algunas cosas raras pasan a su alrededor, pero como no tiene ni idea de qué es la magia no sabe qué hacer para usarla.

-Descripción física: No es una persona muy alta ni nunca ha pretendido serlo. Es una chica, y como tal, en el período en el que se encuentra hay gran cantidad de cambios en su cuerpo que intenta ocultar de la mejor manera posible. Tanto su busto como sus pechos están cubiertos por el viejo corsé que siempre lleva puesto, de manera que por ahí nada se adivina.

Su cabello es castaño y, aunque antaño fue largo, ahora lo lleva corto y siempre escondido bajo una vieja gorra negra que no se quita para casi nada. Sus ojos, de colo azul oscuro, no son de lo más grandes. Pero en comparación con la redondez de su rostro no quedan mal.

Además, para aparentar más ser un miembro del sexo opuesto, en las partes bajas siempre lleva un pegote de telas, aparentando así tener lo que no tiene y que le sirve para esos días del mes en los que menstrúa. Siempre suele vestir las ropas más anchas que puede, de ésta manera aún se oculta más su femenino cuerpo.

-Descripción del carácter: Es muy impulsiva, muchas de las cosas que hace no llega a pensarlas con el tiempo debido. Odia que se le mande lo que tiene que hacer, además de tener que vivir según los cánones establecidos por la sociedad: pobres con pobres, ricos con ricos, hombres siendo tratados de superiores y mujeres como ser inferior. Nunca le ha gustado y nunca le va a gustar éso, sobretodo lo último. No reniega de su sexo, pero se dio cuenta que si no se hacía pasar por chico no le iban a hacer caso y, además, así evitaba que la encontrasen.

Bastante madura para su edad, no se queda atrás ante los demás adolescentes de la época. Obligada a tener que vivir toda su vida bajo las rígidas normas que le impusieron sus padres, su institutriz y demás miembros de la familia, terminó más que harta de todo ello. Ser una líder no es algo que encaje mucho con ella, pero siempre que se tiene que elegir una cosa u otra mete baza en el asunto, dejando claras sus ideas.

Siempre fiel a sus amigos, nunca ha traicionado ni piensa a hacerlo a ninguno de ellos. La única cosa que mantiene escondida de todos ellos es que no es un chico, pero cree que podrá esconderlo todo el tiempo que pueda. Además, no tiene ningún problema por defenderse cuando le haga falta, impidiendo que los demás la ayuden a no ser que sea un caso de vida o muerte. Pese a ser una chica, sabe defenderse a la perfección de todo idiota que se cruce por delante de ella.

-Gustos y preferencias:

-Ante su orientación sexual, sí, puede decirse que le gustan los del sexo opuesto, pero se mantiene alejada de todo éso para evitar delatarse antes de tiempo y terminar con todo lo que ha estado creando durante los últimos años.

-Le encanta la música. En la época en la que vivía con sus padres aprendió a tocar el piano y de vez en cuando se escapa al piso superior del teatro y toca el piano a escondidas.

-Breve historia del PJ: Nacida en una poderosa familia noble, Andrea fue criada como toda hija de noble para llegar a ser algún día la mujer de algún poderoso nombre para poderle dar cuantos hijos quisiese, mantener la casa y hacer todo lo que hacían todas las damas en esa época. Cuando era pequeña no le importaba, como todas las niñas que conocía vivían así lo encontraba lógico y hacía todo lo que le decían sus padres al milímetro.

Pero con el paso del tiempo se fue hartando de todo, odiaba tener que vivir encerrada en el castillo, odiaba tener que hacer todo lo que se le ordenaba simplemente para ser la mujer de alguien -que lo más seguro es que fuese un viejo verde que solamente quería aprovecharse de ella-, que la obligasen a vestir esos vestidos tan pomposos... En definitiva, odiaba todo lo que tenía relación con su posición social, incluso el privilegio de poder tener todo cuando quería al alcance de la mano.

Por eso, tras haber cumplido los trece años, decidió escapar de casa para iniciar una nueva vida lejos de todo lo que había conocido. De ésta manera se adentró más en la ciudad de Venecia. En su hogar había dejado los lujosos vestidos que solía llevar siempre, haciéndose con algunas de las viejas prendas que vestían los criados. Se cortó el cabello, cubriéndose la cabeza con un sombrero que aún lleva hoy en día.

Por suerte para ella, se topó con los niños que residían en el teatro y haciéndose pasar por un chico consiguió poder ir a vivir con ellos. Y desde entonces lo comparte todo con ellos.

-Otros: -Reside en el teatro junto a los demás “Niños perdidos”, haciéndose pasar por único hijo de un matrimonio de campesinos que falleció pocos días antes de encontrarse con todos ellos.

-Sabe leer y escribir, aunque sin mucha corrección. Dado que es el único miembro que sabía de ésto terminó enseñándoselo a todos los demás como burdamente pudo.