Ánimae

-Nombre: Ánimae

-Edad: 16

-Sexo: Femenino

-Raza: Humana/Dotada

-Órden: Ninguna [Huérfana]


-Aptitudes Mágicas: *

-Equipamiento: Un puñal de metal, robado años atrás y con la hoja partida, aunque afilada. El mango lo tiene unido a la hoja por una cadena de oxidados eslabones metálicos, que también usa como arma.

-Descripción física: [1]
16 años, una vida de esclavitud y hambruna, una higiene mas bien escasa y unas condiciones de vida durísimas, dan como resultado un físico bastante abrupto; delgada, poco femenina, de músculos fuertes y rectilínea, llena de marcas, cicatrices y hematomas que pese a los años siguen tatuados en su piel.
No medirá mas del 1'60 y su piel está constantemente quemada por el sol, ya que, por su procedencia nórdica, el sol italiano le produce quemazones, sin llegar a acostumbrarse.
Esconde, tanto sus rasgos como su cabello bajo una capa de mugre y polvo, oscureciendo, sobre todo estos últimos, desde el rubio natural (y común en su tierra) hasta un color castaño cenizo.
Su rostro aún es aniñado, de tez redonda, nariz algo ancha y labios gruesos, sus ojos son azules y algo almendrados, brillando notoriamente en una cara donde, el resto está eclipsado por el polvo, la suciedad y el cansancio.
Tiene manos ágiles, aunque ásperas por el trabajo y lo poco que las cuida. Va descalza, pero nunca se corta, tropieza, cae o topa con algo que pueda dañarla. Tiene buena agilidad y es algo tan natural que nunca se ha preguntado por qué le ocurre.
Tiene un tatuaje extraño que no recuerda haberse hecho nunca, pero por el contrario, lo recuerda desde que tiene memoria allí, en su omoplato derecho; piel de leopardo azul.


-Descripción del carácter: Silenciosa, taciturna, sumisa. Le han enseñado e impuesto a ser así. Trabajadora, rápida, eficaz, hábil con las manos, capaz de soportar arduos trabajos sin rechistar ni dudar un segundo. Su vida como esclava le ha curtido un carácter completamente pesimista, aunque no ha conseguido exterminar por completo su espíritu salvaje, que pese a estar enterrado muy adentro de sí misma, lucha por salir siempre que ve oportunidad de libertad.
Pesimista, huraña en muchas ocasiones, poco sabe de la vida real mas allá de la esclavitud y los trabajos forzados. No ha tenido familia, no ha tenido amigos y siempre le han dicho lo que tenía que hacer.
Aunque tenga mal carácter y sea de pocas palabras y muchos golpes, poco ha visto del mundo, es bastante ingenua y crédula. Y más en un país donde no conoce casi ni el idioma.

-Gustos y preferencias: Le gusta el frío. Lo añora con toda su alma y le encantan los sitios frescos, el agua helada y los colores neutros y claros.
Cuando toma una decisión odia que le lleven la contraria. Suficiente le cuesta a ella tener una mínima libertad para elegir que hacer, pensar, o decir como para que luego le vengan tocando las narices.

-Breve historia del PJ: Nacida en algún pueblo remoto de las costas del mar báltico arrasado cuando ella no era mas que una niña, fue vendida junto a su madre (a la cual no recuerda) a un comerciante de esclavos. Ha estado desde que tiene uso de razón trabajando en distintos lugares; cuadras de generales y condottieri, siempre en el escalafón mas bajo posible, tratada a base de palizas y abusos de toda índole, limpiando casas, tabernas cuando sus amos no tenían dinero para pagar las cuentas y abandonada innumerables veces en cunetas o ciudades olvidadas. Siempre ha vendido lo único que tiene (ella) por un poco de comida. Eso sí, nunca se ha dedicado a la prostitución, siempre ha sido carne de cañón de cocineros, amas de llaves, generales y personajes variopintos que se creían los amos del mundo por cobrar cuatro míseras monedas y tener libertad para maltratar a unos críos que limpiaban las cuadras de sus señores.
Sus últimas andanzas la han llevado a Venecia, a bordo de una roñosa embarcación donde su patrón actual murió de una enfermedad contagiada por una prostituta, por lo que, se ve libre en esa extraña ciudad.
Libre, a su pesar. Libertad significa pasar frío; mas que en cualquier rincón de una sucia cuadra, un maloliente barco o cualquier rincón bajo techo. También significa pasar hambre, estar completamente desorientada y vulnerable.

-Otros: * Tiene la magia de un Dotado, aunque no es capaz de usarla a voluntad, la reprime y rehuye cualquier suceso que pueda desembocar en que se desate su potencial. Es decir, lo único que ella reconoce como algo especial en sí misma, las veces que ha conseguido curar algo (meros rasguños y, no a sí misma, si no a compañeros de esclavitud) se ha asustado tanto que hace años que dejó de hacer aquello. Siempre que siente algo diferente en ella, lo encierra con testarudez dentro de sí misma, obligándolo a, sea lo que sea aquello, desaparecer.
Nunca se ha preguntado el porqué de su condición de esclava, ni de porqué su pueblo, pequeño, perdido y olvidado fue exterminado con esa crueldad y violencia. La pequeña aldea era hogar de unas pocas familias, entre las cuales había algunos Dotados sin orden, gente simple con conocimientos bastos sobre la naturaleza y los poderes de la Tierra, sobre cómo usarlos y hacerse con ellos, con el favor de los elementos sin doblegarlos, paganos.
Pasando de manos en manos de señores y hombres poderosos, muchos de ellos la repudiaron de inmediato, maltrataron y en muchas ocasiones apalizaron hasta creerla muerta. No se pregunta ni porqué ese trato tan hostil, ni porqué nunca acabó muerta realmente. Probablmente porque todo esto la llevaría a pensar que había algo diferente en ella.

Hasta hace unos pocos meses no tenía ni siquiera nombre, al ser expulsada del barco, con la muerte de su amo, se encontró con una vieja herbolaria residente en una casucha cerca de la urbe. Esta le habló sobre algo de anima. No entendió absolutamente nada, pero fue lo primero que escuchó al adquirir su nueva "libertad" así que si alguien le pregunta, su nombre es Ánimae, lo que suena al decir anima con su acento.

Editado y en proceso de más editación.