Jade, joya de Oriente

por **Aicha 'Jade' Nazanin** Mar Dic 21, 2010 1:37 am

-Nombre: Aicha Nazanin, conocida como Jade.

-Edad: Unos 25-26, no tiene la cuenta exacta de su edad.

-Sexo: Femenino.

-Raza: Bruja (Humana dotada).

-Órden: El Gremio (Ex-Strega).

-Equipamiento: Lleva dos dagas de plata escondida bajo sus ropas, a la altura de los muslos, son una pareja idéntica por lo que ambas tienen doble hoja. Sin embargo, un Shamsir persa (espada curva, llamada cimitarra en occidente) del mismo material, imbducido en veneno de oriente, es su mejor arma. También tiene consigo un saco con hierbas y pociones cuyas utilidades solo ella conoce. Además, posee un colgante de Jade que le da calma y templa su mente en los momentos difíciles, ayudándola en su concentración, un anillo de obsidiana negra que saca a relucir su poder oculto cuando más lo necesita dando fuerza a sus hechizos y magia, y un brazalete en el que una amatista brilla, que le sirve de protección contra otras fuerzas y ayuda a su energía a fluir.

-Habilidades de Combate: Ágil y veloz, su pericia reside en sus reflejos y rapidez, y no en su fuerza. Gran bailarina desde siempre, en este caso también, pues para ella la lucha no es sino una danza. Maneja su espada curva con gran soltura, y da la sensación de que cuando tiene que luchar, lo hace siguiendo el ritmo de una melodía silenciosa y mortífera, debido a la fluidez de sus rápidos movimientos. Suele ser muy certera con este arma, que además gracias a la forma de su hoja, puede servir tanto para barrer al adversario como para acuchillar de forma profunda, ante lo cual el veneno de la hoja penetrará en el enemigo herido extendiéndose por su organismo de forma irreversible si este no recibe el antídoto. Quizá por eso, salvo si el combate es importante, Jade prefiere usar sus dagas para defenderse, que no son venenososas y además le permiten atacar velozmente por sorpresa, sin que la fuerza física sea tan importante, sacando provecho así a su agilidad y reflejos.

-Aptitudes mágicas: Debido a que desde su infancia fue educada en las artes amatorias y del placer, durante su entrenamiento como Strega potenció especialmente el don de la Fascinación, pese a que pudiera valerse sin él en su profesión, pero como un buen complemento que había que aprovechar, y las técnicas para la elaboración de pócimas y venenos, que ocultos en manos de una mujer pudieran resultar inofensivos, convirtiéndola en un arma letal envuelta en joyas y sedas. No sólo dominaba esta parte del don de la Vida sino que, como era habitual en su antigua orden, tenía desarrolladas las habilidades curativas características. Estas dos habilidas eran lo que mejor se le daba antiguamente... Sin embargo, dado que ya no pertenece a la Stregeria, SÓLO la Fascinación, la más superficial de estas habilidades, ha permanecido intacta. En lo que respecta a la Vida, sigue poseyendo sus conocimientos acerca de venenos y pócimas, potenciados gracias a lo que ha aprendido desde su ingreso en el Gremio, pero ya no puede utilizar la Sanación sin que eso conlleve sentir ella el DOBLE del dolor que está curando. Corre además el riesgo de sufrir en su propia carne las heridas que haya sanado, inclusive con mayor fuerza y gravedad, y es incapaz de sanarse a si misma... Por eso, a día de hoy trata de aprender a intuir los puntos vitales del ser humano, como es habitual en el Gremio, para desarrollar el lado ofensivo de este don.

Respecto a los otros dones de su antigua orden, Jade manejó en su día la Esencia en cuanto a las protecciones y sellos, pero desde que dejó de ser una Strega, no es capaz de realizar grandes ataduras y sus escudos caen ante un ataque potente. Ha perdido por COMPLETO la Comunicación con los Espíritus, puesto que estos le dieron la espalda debido a que ella se la dio a sus hermanas... De este modo, es incapaz de verles o escucharles, y tampoco puede invocar a los elementales para utilizar sus poderes.

Desde su ingreso en el Gremio, ha intentado aprender a manejar las Sombras, pero sin haber avanzado demasiado en este aspecto a día de hoy. Sólo cuando la situación es verdaderamente peligrosa, funciona, como si su mente reaccionara únicamente en ese tipo de momentos generando la ilusión... Sin embargo, no tiene control sobre la duración del ocultamiento, algo que trata de pulir desde que comenzó su nuevo entrenamiento. Ha rechazado intentar desarrollar la Entropía, puesto que considera que la Suerte es algo que está por encima del ser humano y pertenece a fuerzas que se escapan de nuestro entendimiento, por lo que no sólo no debemos jugar con ellas, sino que tampoco debemos permitir que conocerlas influya en nuestro Destino: "Debemos forjar el propio Destino con nuestra voluntad, al margen de la Suerte..., puesto que la Suerte se mueve al margen de nuestra voluntad..." Tan sólo parece haberse adaptado a la Vista de Águila, siendo capaz de ver las auras y percibir las intenciones de los que se cruzan en su camino, de forma que esta es la única habilidad de su nueva orden que ha logrado desarrollar acusadamente y manejar a su antojo.

Pese a la peculiar situación en la que se encuentran sus aptitudes (debido a las circunstancias que se han dado), ha demostrado un notable potencial que puede tener un gran desarrollo, motivo por el que prosigue de forma continuada con su entrenamiento de adaptación tras el cambio de Orden.

-Descripción física: Ha llegado a se rconsiderada la mujer más hermosa de Oriente, la más preciada gema de toda Persia. No recibió esa consideración ni destacó en el harén por nada, y es que se trata de una mujer sumamente femenina y exótica, con un rostro adulto y sensual de mullidos labios y recta nariz, enmarcado por una larga, larguísima cabellera castaña que le llega más allá de las rodillas, aunque muchas veces lo recoja y cubra bajo velos de seda. Además posee el color de piel moreno y brillante característico de su raza, junto con un cuerpo esbelto de generosas curvas y busto proporcionado. Pero no es eso lo que hace especial su belleza, obvia y necesaria para poder tener la profesión que tiene, sino sus grandes ojos, cuyo color claro contrasta con el de su tez y cabello, siendo de un verde entre el jade y el esmeralda, que vuelve penetrante una mirada en verdad inexpresiva. Exóticos tatuajes y vestimentas orientales compuestas por sedas, transparencias, y joyas de oro, ponen el broche a lo anterior descrito... Y es que, si algo enseñan desde niña quien de mujer va a dedicarse a las artes del placer y el pecado, es a sacarle partido al físico que la ha destinado a esa profesión.
Imágenes: Jade 1 y 2.

-Descripción del carácter: En apariencia, una mujer educada, de impecables modales y sumamente cortés que además posee una cultura y unos conocimientos intelectuales poco frecuentes en la época, características que la hacen la compañía perfecta para un hombre en los actos sociales... Especialmente si se trata de una velada en la que es necesaria la distracción de una buena conversación en manos de una mujer hermosa para poder mantener entretenidos a los hombres y así tejer planes de espaldas a estos. Suele mostrarse siempre tranquila, no suele irritarse cuando algo le molesta, valiéndose en esas ocasiones de las ironías y el sarcasmo si puede permitírselo, o del silencio si le conviene callar. Tampoco parece que haya muchas cosas que le asusten o intimiden…

O quizá, es que simplemente sea indiferente a todo, porque parece que esa máscara de sonrisas y asentimientos, de sensualidad y pasión, de respuestas mordaces en un tono tranquilo, es, en efecto, parte de un disfraz necesario para sobrevivir siendo lo que es. Lo que se esconde bajo tantos kilos de cortesía y calma superficiales es un misterio para la mayoría de los hombres, y para muchas de sus compañeras, aunque algunos sospechan que se trata de un carácter orgulloso, altivo y sediento de libertad el que reprime y oculta bajo llave siempre que hay ojos observando… Pero sólo son eso, sospechas, porque si son ciertas o no, todavía nadie en Venecia ha podido asegurarlo.

La cuestión es que en los últimos tres años, Jade se ha vuelto una mujer mucho más fría e indiferente, una mujer que sólo muestra calidez bajo las sábanas, una mujer aparentemente insensibilizada a su situación y a lo que le rodea. Totalmente reacia a mostrar cualquier cosa de si misma que no sea su cuerpo, o a mantener una conversación fluida si no es para entretener a un hombre siguiéndole a él en el tema a tratar, nunca revelando lo que realmente piensa o siente... ¿Acaso los pensamientos de una cortesana son relevantes? No, pero probablemente esa excusa no sea el motivo de su secretismo, puesto que hay quien dice que las noches que su cama se encuentra vacía, la joya de Oriente nunca duerme: Pesadillas en las que se despierta gritando algo acerca de una extraña culpabilidad, impiden que pueda viajar al mundo de los sueños... Pero ella no parece acordarse nunca a la mañana siguiente si alguna compañera se lo menciona, regresando a la formalidad fría pero correcta que tanto le caracteriza.

-Gustos y preferencias: Más allá de las apariencias en las que se la ve rodeada de comodidades y excesos (joyas, trajes bonitos, perfumes, manjares…), Jade era una joven de gustos más íntimos: Adoraba los lugares despejados en los que poder ver el cielo nocturno y leer en las estrellas, y añoraba el clima del lugar del que procedía. Lo que más le gustaba de Venecia eran sus canales, aunque jamás dejó de extrañar las playas doradas y el mar persa. Su pasión era la danza, adoraba bailar,y admiraba a todo aquel que se dedicara a la música, puesto que ella no había aprendido nunca a tocar un instrumento, pero estos le servían para poder fluir mediante el baile... Sin embargo, desde hace tiempo, parece haberse desencantado con todo. Ya no parece que nada le llame la atención, que nada sea capaz de entusiasmarla, como si solo viviera para cumplir con su deber.

-Breve historia del PJ: Su historia hasta los últimos tres años la resumiré: Jade era hija de una Strega italiana y un Sultán de Persia, siendo que esta fue "comprada" por él y no pudo regresar nunca a su tierra. Se crió en el harén de palacio, desconociendo sus verdaderos orígenes y siendo instruida en las artes del placer, y en conocimientos varios que toda mujer de oriente debía tener si iba a entretener a un hombre, incluso en aquellos que la convertían en un arma encubierta si el hombre a entretener era un enemigo de su reino. El propio sultán se encaprichó de ella y quiso convertirla en una de sus esposas, ante lo cual Jade hizo lo posible por lograr escapar... Fueron miembros de la Stregeria los que la ayudaron, diciéndole que la enviarían a Venecia a cambio de que realizase una misión que le sería revelada al llegar.

En su desesperación, la joven aceptó, y fue enviada a Italia, donde se instruyó concienzudamente en la magia Strega. Sólo cuando ya no había vuelta atrás y el entrenamiento había finalizado, le confesaron cual debía ser su tarea: asesinar a la Suma Sacerdotisa de Venecia. ¿Los motivos? Supuestamente, que estaba desvirtualizando la verdadera naturaleza de la Orden y rompiendo con sus principios. ¿El precio si fracasaba o se negaba? La Muerte. ¿El premio si lo conseguía? Su Libertad...

(Toda esta historia, que ha sufrido algunos cambios no muy significativos y todos en pos de la coherencia, se encuentra en su versión extendida aquí, aunque es irelevante leerla o no).

~

Tres años han pasado desde entonces... Tres años en los que el caos se ha apoderado de la Ciudad de los Canales.

La Stregeria está en crisis, pocas son las que siguen siendo fieles a la antigua tradición, que ha ido perdiendo poder, y todas ellas están siendo perseguidas... No hay semana en la que una Strega no sea ejecutada a manos de los perros del Señor. Sin una líder, y con sus principios empañados por la amenaza y el peligro, con su fe y fuerzas menguadas, las hijas de la Luna y el Sol ya no están seguras en Venecia. El burdel donde antes la Suma Sacerdotisa instruía a sus chicas, ha pasado tras la muerte de esta a manos de una figura desconocida, un hombre cuyo rostro casi nadie ha visto y que nunca sale a la luz del astro rey...

Y en ese palacio dedicado al amor y la lujuria, sigue ella, trabajando igual que el primer día que llegó a Venecia. La joya de Oriente, siempre en un eterno silencio tan sólo roto para complacer y entretener al que tenga suficiente oro para pagar por ella, continúa atada a ese lugar, presa en la lujosa cárcel del placer, aunque ya no lo haga consagrada a Diana y Lucifer... Noches sin sueños, en las que la culpa tortura su mente, se intercalan con noches en las que Jade entrega su cuerpo y dedicación a los pocos hombres que no han caído víctimas de la crisis económica y pueden permitirse acceder hasta sus aposentos.

Y sin embargo, hay quien susurra que existe un motivo por el cual no ha abrazado a la Muerte después de todo: Una promesa, una venganza, o quizá una absurda fe en la salvación... El caso es que, tras su silenciosa máscara, Jade escucha y ve, como si estuviese esperando siempre descubrir algo entre las paredes del Palazzo delle Sirene.

-Otros:
-Creo que es obvio y no hace falta decirlo, pero por si acaso: Sí, mató a la Suma Sacerdotisa, aunque nadie sepa que fue ella, y sí, se arrepintió antes de llevar a cabo la misión pero algo le obligó a hacerlo... Y sí, también forma parte del Gremio, recibiendo su protección a cambio de ser espía en el Palazzo.
-Editaré si recuerdo algo más xD.