Descripción

por **Francesco Foscari** Sáb Oct 16, 2010 4:02 am

El olor que se desprende de los túneles recuerda al de un cenagal lleno de lodo y plantas putrefactas, salvo que esta vez, no son vegetales lo que ha muerto entre las aguas lodosas.

La ciudad que vive encima del agua posee unos túneles que llevan en dirección a las catacumbas, en los cuales solo los más estúpidos o los mas poderosos se atreven a entrar, mientras que los demás solo ponen un pie en ellas si lo que quieren es el suicidio.

Las paredes de piedra son inestables y pequeñas algas se han adentrado entre los huecos por donde una vez hubo argamasa, provocando de vez en cuando derrumbamientos o crujidos que no presagian nada bueno. La única luz es la que hay en la entrada, proveniente del exterior, y quizás, con mucha, muchísima suerte, la de algún pequeño agujero, provocado por los movimientos de las inestables piedras, por la que se cuela un frágil haz de iluminación, que mostraría un suelo por el que el agua llegaría por los tobillos, obligando a los visitantes a chapotear continuadamente y anunciar su llegada con cada paso.

De vez en cuando las alimañas corren por los pies de los que se han atrevido a entrar, mordisqueando, deslizándose o subiendo por las piernas, anunciando su presencia y la hostilidad hacia el nuevo huésped poco bienvenido.