Sueños de dríade. [LIBRE]

por **Nidia Da Firenze** Miér Dic 22, 2010 9:23 am

Llovía. La lluvia caía como una cortina de agua helada, dándole al pequeño claro, un aspecto aún más tétrico del que ya aparentaba de por sí, ayudado por las luces del fin de otro día. Las gotas salpicaban el altar de piedra, situado en el centro, cuyos bordes empezaban a perder terreno contra el musgo. Todo parecía apagado, sin vida, tan sumamente vacío... Y es que cada vez, quedaban menos miembros de la Orden entre tanta caza de brujas. Hasta los gattos lo habían empezado a pagar.

Nidia cerró los ojos para disfrutar del silencio, sólo interrumpido por el repiqueteo de las gotas al caer sobre los charcos, una tras otra, formando un susurro difícilmente comprensible. Y sin embargo, allí estaba ella, tumbada sobre una rama del centenario roble emulando una dríade, con sus manos acariciando la dura corteza al son de una melodía olvidada en su infancia. Sin duda, aquellos tiempos habían sido mucho mejores. Y también, nadie podía negar que el sol salía cada día, brindando un nuevo abanico de posibilidades.

Posibilidades como haberle gritado a Fahd de nuevo por culpa de su gatto. Debería tener más paciencia, lo sabía, y sin embargo, pocas personas a parte de Fahd lograban enervarla hasta el punto de abandonar el Nido. Ni siquiera se había detenido a pensarlo, había salido corriendo y acabado allí, en uno de los pocos lugares que le quedaban. Y ahora, observando sus huellas sobre el barro, empezaba a pensar que quizás no había sido una buena idea.

por **Xiang Xia** Miér Dic 22, 2010 10:01 am

Xia, por favor, ve tras Nidia. Xia cuida de ella, que no le pase nada. Xia esto, Xia lo otro, Xia lo de mas allá. A Xia no le importaba hacer los recados del amo. Pero a Xia no le gustaba Nidia, no, no, no. Nidia era una niña gritona y siempre estaba enfadada, si, si. Además era una foca, una foca fea. Pero el amo le había pedido a Xia que la vigilase. Xia tenía mejores cosas que hacer, como espiar a la guardia. Xia se entretenía mas haciendo eso que cuidando de la niña Nidia, la foca Nidia, la caprichosa e histérica Nidia.

Xia estaba molesta con el amo por encargarle aquello. El siempre decía. Xia tu eres libre de hacer lo que quieras, puedes negarte si es tu deseo. Pero ¿cómo iba a negarse Xia si el amo mostraba tanta preocupación en el rostro? Xia no quería ver al amo triste, él la había sacado de la jaula brillante y se había convertido en su nuevo amo. No, Xia no podía negarse, ella tenía que obedecer a su amo. Pero seguía molesta con el amo. Estaba lloviendo y Xia odiaba la lluvia, le dejaba el pelo de punta, mojaba y hacía frío. Si, Xia estaba molesta con el amo, muy molesta con él.

Pero eso no significara que no pudiese jugar con Nidia. Él le dijo ‘cuidala’, no dijo que debía portarse bien con ella, mientras no saliera herida no pasaba nada. ¿Y donde estaba la niña Nidia? Subida a un árbol.

Xia aprovechó eso, le daría un susto de muerte a Nidia. Subió al árbol por la espalda de Nidia, Xia no hizo ningún ruido y la lluvia encubría mas aún sus ya de por si sigilosos pasos. La lluvia también encubría su aroma. Trepó hasta llegar una rama por encima de la muchacha y se dejó caer, sujetándose con las piernas de la rama, cabeza abajo con una radiante sonrisa en el rostro.

“BU”

por **Nidia Da Firenze** Miér Dic 22, 2010 10:37 am

Gota. Gota. Gota. Y otra gota más. La lluvia era tan melancólica. Pero su padre siempre le había contado que eran las lágrimas de los dioses, que estaban tristes por ser olvidados. Por eso ella se había esforzado tanto en complacerles, en recordarles, para que no se sintieran solos como ella lo había estado. Las cosas nunca eran fáciles cuando se crecía prácticamente sola siendo usada como suministro de pociones y medicinas ilimitados. Pero éso había ido cambiando con el tiempo. Cierto era que había sido enviada al Gremio de Asesinos para reforzar la Alianza, pero también, que con el paso de los años se había ganado el respeto de sus miembros. Bueno, de todos, salvo de esa dichosa gatto.

Se estiró, sentándose en el tronco y pasando sus manos por detrás de su cabeza, con un lánguido gemido de molestia. Demasiado rato en la misma posición, había logrado entumecer ligeramente sus músculos con ayuda de la lluvia. Su intento de bostezo fue interrumpido súbitamente por una sombra que descendió ante ella, haciéndola perder el equilibrio con un grito ahogado. Sus manos vagaron por el aire en busca de un punto de apoyo, topándose con rapidez con la rama en la que antes descansaba tan plácidamente. Sus pies quedaron colgando, a unos dos metros por encima suelo, moviéndose en el aire cual depredador al acecho de su presa, en este caso, de algo en lo que apoyarse.

El corazón le latía deprisa, en un vano intento de huir de su pecho, mientras sus dedos se iban resbalando lentamente. Y entonces, en su mente, recreó ese "BU", ésa sombra que ahora imaginaba tan nítida... y bufó, claramente molesta, con un bufido que haría enorgullecerse hasta a un tigre.

-Si Fahd me busca, tiene dos pies y dos ojos que lo pueden ayudar a hacerlo, sin necesidad de recurrir a nadie...

Contestó, con la voz algo entrecortada por el esfuerzo debido a la forzada subida de vuelta a la seguridad de la rama. Consiguió su meta, arrastrándose por ella hasta apoyar su espalda en el tronco. Emitió un sonido de disgusto, apartando mechones empapados de su trayectoria visual sin demasiado éxito, quedándosele algunos pegados sobre su pecosa piel dibujando extrañas formas. Tomó aire de nuevo, con calma.

-Por lo que puedes volver al Nido si lo deseas, Xiang.

por **Xiang Xia** Miér Dic 22, 2010 12:33 pm

Xia miro fascinada como la niña foca quedaba colgando, lástima que no se hubiese caído del todo y se hubiese partido el cuello. Aunque eso no sería bueno para Xia, no, no sería nada bueno para Xia. El amo le pidió que la cuidara, así que, no, causar su muerte era una mala idea. Aunque tentadora. Sobre todo cuando se puso a hablar de aquella manera ¿El amo buscarla? Xia bajó quedando nuevamente una rama por encima de la niña engreída, sonriéndole de forma divertida, como si la niña hubiese dicho un chiste no demasiado gracioso y Xia estuviese considerando si reírse o no.

“Niña Nidia ¿por qué tendría el amo que buscarte?” Xia no lo decía claramente, pero tanto por su expresión divertida, como por el tono que empleaba estaba tratando a la otra de estúpida. Xia negó con la cabeza, riéndose por lo bajo. Importante, aquella niña se creía demasiado importante. Sobre todo para el amo, pero Xia era la unica importante para el amo. Ella le era útil, tenía oídos en toda la ciudad, podía estar cerca del amo mientras luchaba, podía asistirlo y sanarlo cuando y donde lo necesitara. ¿Y que hacía Nidia la foca? Quedarse en casa, esperar y montar rabietas.

“Niña nidia tienes mucha imaginación, tanta que vives de ella” Le mostró una sonrisa mucho mas maliciosa, tanto como el brillo cruel que asomaba a sus ojos. “El amo no mando a Xia a buscar a la niña foca. El amo mandó a Xia a vigilar a la niña consentida. El amo no puede permitir que la niña Nidia muera por fines políticos. Pero la niña Nidia no se da cuenta, no sabe cual es su lugar” Xia negó con la cabeza mostrando incredulidad antes de repetir ”La niña Nidia tiene demasiada imaginación.

Dicho eso bajó hasta la misma rama que la muchacha y se le acerco con aquellos movimientos tan sutiles y elegantes típicos de su raza. Xia acercó una mano y acarició la cabeza de la niña malcriada.

”Pobre… Pobre niña Nidia” Y es que Xia no perdía ocasión de recordarle a la niña Nidia lo inútil que era a sus ojos, y por lo tanto lo poco que significaba para su amo.

por **Nidia Da Firenze** Jue Dic 23, 2010 12:44 am

Sus ojos verdes siguieron a la gatto, mientras sus dedos proseguían apartando mechones y mechones. Y oh, no, ahí estaba otra vez ésa sonrisa de absoluta suficiencia y superioridad, por lo que que se preparó para lo que venía a continuación. Otra vez más, no se equivocaba. Enarcó una ceja ante su pregunta, pasando por alto el tono burlón en su voz. ¿Que por qué la buscaría Fahd...? Desde luego, era una buena pregunta. La gatto sabía sin duda dónde golpear. Ella sabía más cosas de Fahd que nadie, pero si no era capaz de ni matar a una mosca, menos lo sería de traicionarlo a él o al Gremio. Y él lo sabía o al menos, éso esperaba ella. ¿Entonces por qué la buscaría Fahd? Tenía a Xiang para curarle y prácticamente cualquier mujer del Gremio estaría más que dispuesta a hacer su labor. Era prescindible desde que Xiang había llegado y esa situación había despertado unos celos que daba por inexistentes, haciéndola sentir como si caminase por la cuerda floja.

Ante el " ...el amo no puede permitir que la niña Nidia muera por fines políticos." soltó un siseo bajo. La Alianza había perdido su significado. La suma sacerdotisa estaba muerta, yaciendo bajo tierra en su eterno descanso. Las stregas eran perseguidas y entregadas o asesinadas por el propio Gremio, aquellos que apreciaban más el dinero que su Credo, alegando que en estos tiempos, en los que el Loto Negro había florecido y prosperado, hacerle caso a las palabras de unos viejos ancianos pactando estupideces carecía de sentido. Casi podía sentir el vacío bajo sus pies, la inestabilidad de la situación... las llamas de la hoguera lamiendo su piel. De forma inconsciente se arrebujó más en sí misma, pegando sus rodillas a su pecho y apartando la mirada de Xiang para centrarla en el cielo lluvioso y en sus dioses deprimidos.

-A veces la imaginación y los sueños son lo único que nos queda para poder vivir.

Musitó, sin ganas de discutir, mientras aferraba el collar de aguamarina que su padre le había prestado como hacía cada vez que se marchaba en su barco, con la esperanza de que la pequeña Nidia se lo devolviese cuando llegase. Esperanza, éso significaba la aguamarina, esperanza y protección, cosas que se hundieron junto con su barco y quizás, junto a un futuro mejor. Realmente, empezaba a sentirse como sus dioses. Ni siquiera se percató de que Xiang se había acercado a ella hasta que sintió su mano sobre su cabeza. Alzó la mirada hacia ella con una media sonrisa en sus labios.

-¿Pobre?-preguntó extrañada.-Realmente no sé quién es más pobre de las dos, Xiang, una viviendo de sueños o la otra sin conocer la verdadera libertad...-respondió, dejando caer su bolsa al suelo. Luego, se incorporó, intentando mantener el equilibrio y bajando del árbol. Recogió su bolsa y se acercó al altar, para dejar sobre él una rosa que tenía guardada.- Poco importa realmente cómo seamos... Ambas pertenecemos al mismo barco...

Y dicho eso, extendió los brazos y cerró los ojos, empezando a rezar a sus dioses, a hablar con ellos, a recordarles que ella no los había olvidado. Y como una respuesta divina, las gotas de lluvia dejaron de caer.

por **Xiang Xia** Vie Dic 24, 2010 4:28 am

Xia se mantuvo en silencio, observando como el miedo y la incertidumbre se adueñaban de los ojos verdes de la niña Nidia. Viendo como evitaba mostrar su sufrimiento. Pero Xia lo sabía, Xia sabía las dudas y miedos de la niña foca, por eso no se apartaba del amo aunque supiese que no le era útil. El amo era el único salvavidas de la niña Nidia, lo único que la mantenía a flote. Por eso la consumían los celos cuando veía a Xia con el amo. Por eso pataleaba por que ya no era la favorita. Pero eso a Xia no le importaba. La niña foca podía patalear todo lo que quisiese,al final se hundiría sola.

"Xia sabe lo que es la libertad Xia nació libre, Xia creció libre niña Nidia" le dijo al tiempo que la veía saltar del árbol. Y ella también bajó, quedando en su caso colgada cabeza abajo de una de las ramas mas bajas, con la cabeza a un metro del suelo. Bien sujeta con los pies a la rama y el pelo negro cayendo por la fuerza de la gravedad. "Xia prefiere ser un objeto, ahora Xia come tres veces al día, o mas si quiere. Xia tiene una mullida y cálida cama para dormir, todas las cosas brillantes que se le antojan. Y además el amo es bueno con Xia, el amo deja que Xia haga lo que quiera."

La gatto rió provocando que su cuerpo se balanceara colgado de la rama. Dejó los brazos colgando también y los balanceaba de un lado a otro, haciendo que su cuerpo adoptase un movimiento pendular.

"El amo mima y alaba a Xia por que Xia le es útil. Xia no tiene solamente de vista las orejas y los ojos, como los de la niña Nidia que no solo esta ciega y sorda, sino prefiere vivir de sueños como si estuviese muerta" De repente Xia se quedó pensando en lo que había dicho y volvió a reírse, como si hubiese dado en el clavo con esa idea. "Es verdad, la niña Nidia debería estar muerta. MUERETE" chilló con su voz aguda antes de romper en carcajadas.

"De esa forma Xia sería feliz y el amo también lo sería, seguro. De esa forma el amo se quitaría una pesada carga de los hombros" Concluyó antes de volver a subirse a la rama para quedar sentada en ella.

por **Nidia Da Firenze** Vie Dic 24, 2010 7:22 am

Nidia hacía un esfuerzo casi sobrehumano en ignorar a la gatto. Ni las técnicas de relajación servían para templar la ira fría que iba creciendo en el interior de la strega. Apretó los puños, mientras proseguía con sus oraciones. Si Fahd realmente no la necesitaba, le pediría que la cediese a otro o que simplemente, la dejase libre. Xia era más útil, más rápida y servía de muchísimo más que ella. Era cierto, sí, pero ella era una simple humana dotada, no un gatto. No era rápida, ni veía en la oscuridad, ni podía transformarse. Pero le daba absolutamente igual lo que Xiang pudiese decirle, más allá de una depresión pasajera.

Xiang ni siquiera tendría amo si ella no lo hubiese salvado... pero no, no pensaba decírselo. Había curado a Fahd por elección propia, lo había velado durante días porque así lo había querido, por el simple hecho de no verlo sufrir. Podía ser una completa inútil, pero no era una incompetente y mucho menos estaba dispuesta a sentirse impotente de nuevo como lo hacía en su infancia.

-¡Oh, por Lucifer!-exclamó, ya en el borde su paciencia, mientras la encaraba de nuevo.-Una cosa es que me sigas, me vigiles, me controles, ¡o como demonios quieras llamarlo!- llenó sus pulmones de aire, dejándolo salir todo de golpe.-Pero ello no implica que tengas que abrir ésa bocaza. Estoy viva, ¡VIVA!, V-I-V-A. ¿Es capaz de comprenderlo tu diabólica mente gatuna?

No tenía intención de morir por el momento, por mucho que éso hiciese feliz a la gatto. No pensaba complacerla en ése aspecto ni ahora ni en un futuro.

-Aún si soy una carga para Fahd, no te queda más opción que aguantarme... Por el simple hecho, de que él NO me ha echado.

por **Xiang Xia** Sáb Dic 25, 2010 7:12 am

"¡Viva! La niña nidia esta viva" chillo Xia mientras se reía a carcajadas, resbalando de la rama del arbol y volviendo a quedar colgada cabeza abajo, provocando que aumentaran sus carcajadas. Y seguía riéndose y balanceándose, cual niña pequeña. Pero no era una niña sabía muy bien lo que decía y hasta donde llegaba con sus palabras. Por supuesto aún no había terminado con la niña Nidia. No, Xia, le recordaría bien su lugar a la niña caprichosa.

"La niña Nidia sueña que esta viva. La niña Nidia sueña que el amo siente algo por ella, imagina que no la ha echado por eso. Se piensa que es especial por que la tiene con él." Continuaba Xia, tanto expresando lo que pensaba como riendose y balanceandose cabeza abajo en la rama. "La niña Nidia prefiere no pensar que el amo la mantiene con él por las circunstancias de la niña creida. La niña Nidia prefiere pensar que no es solamente por que el amo siga el credo de la hermandad. LA niña Nidia tiene que buscar significados ocultos o la desesperación acabará con ella. O eso es lo que piensa la niña tonta. La niña que no es capaz de enfrentar su situación y admitir que solamente es una moneda de cambio"

Xia se dejó caer y rodó por el suelo, revolcándose en la hierba como un animal, convulsionándose por la risa que le provocaba todo aquello. No era ella quien debería estar diciéndole aquello a la niña Nidia, eso era cierto. Pero ya estaba cansada de las pataletas de la niña consentida. Cada cual tenía su lugar en el orden y Xia no soportaba a aquellos que no solo no se conformaban con ese sitio, sino que ademas no sabían sacarle un beneficio. O lo que es lomismo Xia odiaba a los pesimistas victimistas.

"La niña Nidia debería dejar de quejarse y patalear. La niña Nidia debería crecer"

por **Nidia Da Firenze** Jue Dic 30, 2010 2:33 am

No pudo evitar preocuparse por la gatto al verla caer, para que acabase meciéndose de nuevo en aquella rama, entre carcajadas. Se reprochó a sí misma ése pensamiento, no era justo que pensase en esas cosas cuando ésa criatura no hacía otra cosa que hacerle la vida imposible con sus berrinches y su sentido de la propiedad demasiado desarrollado. Y lo que más la molestaba, era que no podía evitar a pesar de todo eso, preocuparse.Ahora fue ella la que se rió al escuchar que Fahd sentía algo por ella.

-Oh sí, el amo siente algo por cada mujer con curvas que esté dispuesta a yacer con él sin luego obsesionarse...- y es que nadie podía negar que Fahd era un mujeriego dado a los vicios del sexo, la bebida y otras substancias nocivas.-Lo único que existe entre tu amo y mi persona es una profunda amistad forjada en los 13 años que llevamos juntos, sentimiento, que es muy diferente al amor que crees que siento o a la enfermiza obsesión de servidumbre que tú has llegado a desarrollar, Xiang.- quizás se estaba pasando un poco con ella, pero ya iba siendo hora de que alguien lo hiciese. Estando bajo la protección de Fahd, nadie osaba reprocharle nada a la gatto.-Sé que soy una moneda de cambio, lo fui hace 13 años y lo sigo siendo ahora. Si tan deseosa estás, ¿por qué no le preguntas tú misma a Fahd la razón por la que me mantiene a su lado?

Increpó, cansada de todo eso. Demasiadas discusiones estúpidas que se habían vuelto parte de su rutina. Apenas sabía de Xiang lo que Fahd le había contado y quizás fuese en parte culpa suya por no intentar conocerla mejor. Pero era tan sumamente desquiciante... Lo había dado por un caso perdido, pasando simplemente al hecho de ignorarla abiertamente... Siempre que podía. Si no, siempre le quedaban esas maravillosas e infructuosas discusiones.

-No hables sobre lo que no tienes ni idea y lárgate de una maldita vez, gatto. Estás en un lugar sagrado que tu presencia no debería profanar. No perteneces a los Stregeria, no tienes derecho a estar aquí. Si aún pretendes vigilarme, hazlo fuera de este claro, al otro lado del río. Pero márchate ya.

por **Xiang Xia** Lun Ene 03, 2011 7:14 am

Xia se rió a gusto y de paso se llenó de hierba el pelo y las ropas, además de muchas manchas verdes que costaría que salieran de la ropa, pero no le importaba demasiado, después de todo era solamente ropa. Quedó tendida boca arriba sobre la hierba tratando de volver a respirar normalmente pues casi se asfixia de tanto reír y reír.

“Xia no ha puesto una pata en el claro, niña Nidia, Xia respeta a los espíritus del bosque y Xia respeta las costumbres de tu gente por que ellos respetan a los espíritus” Xia había hablado con muchos espíritus, especialmente con las sílfides que se colaban algunas veces por las ventanas del palacio de su anterior amo y que sabían casi todos los chismes de Venecia. Xía conocía las reglas del mundo de los espíritus, Xia las respetaba. Por eso Xia tenía muchos amigos entre los espiritus.

“Niña Nidia, deberías dejar de tratar de convencerte a ti misma, Xia no mira al amo con deseo, como hace la niña Nidia. Xia sabe que es una herramienta, sabe que el amo la puede tirar cuando deje de serle útil. Pero aún así fue Xia quien eligió al amo, fue Xía quien hizo méritos para ser aceptada por el amo. El amo solamente mató al anterior amo de Xia, al viejo rechoncho, y liberó a Xia” Se sentó cruzando las piernas, mientras hablaba con aquel tono cantarín y burlón tan suyo. “Esa es la diferencia entre la niña Nidia y Xia. La niña Nidia no tiene otra alternativa, por mucho que ella le salvase la vida al amo de Xia, eso fue pasado. Es cierto que la niña Nidia tiene la confianza del amo. Pero la niña Nidia no hace demasiado por ganarse el aprecio del amo.”

Xia miraba fijamente a la niña Nidia, como evaluando cuanto era el daño que había causado en el interior de la niña consentida. Probablemente se resolviese con una pataleta sobre lo mala y pérfida que era Xia con ella. Se iría a quejar a su amo de Xia. Pediría su consuelo y su protección y el amo se enfadaría con Xia. Pero el amo tenía la culpa por mandarla detrás de la niña caprichosa. Por eso Xia era aun mas dañina con la niña Nidia, puesto que Xia se llevaría el enfado del amo se lo llevaría con razón, puesto que tanto el amo, como la niña Nidia sabían que Xia no mentía nunca, muchas veces ocultaba parte de la verdad, pero no mentía. Lo Xia decía era lo que pensaba de ella.

“No solo la niña Nidia no es útil al amo, también es una carga para él”

por Contenido patrocinado

Sueños de dríade. [LIBRE]

Sueños de dríade. [LIBRE]

Re: Sueños de dríade. [LIBRE]

Re: Sueños de dríade. [LIBRE]

Re: Sueños de dríade. [LIBRE]

Re: Sueños de dríade. [LIBRE]

Re: Sueños de dríade. [LIBRE]

Re: Sueños de dríade. [LIBRE]

Re: Sueños de dríade. [LIBRE]

Re: Sueños de dríade. [LIBRE]

Re: Sueños de dríade. [LIBRE]

Re: Sueños de dríade. [LIBRE]